ÁNGEL MORILLAS | THE SKIN ARTIST. From Colombia to the Bronx to Columbia, Ángel Morillas establishes his tattoo studio in Pilsen.
WHEN ÁNGEL MORILLAS, 30, was 4 years old, his family moved from Colombia to New York. At 18 he moved to Chicago when he was given the opportunity to go to college. He was in a Columbia College Chicago dorm tattooing his own leg when he figured out he wanted to be a tattoo artist for a living.
‘Yo quiero que este lugar siga siendo latino. Ser el dueño de este lugar para que in the community éste sea un statement, that they know nobody can take it away,’ said Morillas about the Latinx presence in Pilsen which is suffering from gentrification and where he owns his tattoo shop.
¿Cómo te identificas?
Latino claro, porque nací en Colombia. Toda mi cultura es muy latina. Pero vine aquí a los cuatro años así que claro soy muy americano también. I grew up en New York, en Queens, de cuatro a 18 años, y me dieron beca para venir a estudiar a Columbia. Tuve mucha suerte. Yo me crié muy pobre y no podía pagar por las cosas, así que la mamá de una amiga firmó mi primer loan para ir a la universidad.
Cuéntame de tus estudios en Columbia College.
Vine aquí en el 2010. Los primeros dos años estudié arquitectura de interiores. Me gustaba mucho pero tuve un desacuerdo con el director. Le dije que no estábamos aprendiendo las cosas que nos servirían para ser profesionales y él me dijo que quizá yo no estaba [preparado] para ser de ese field, y me fui. Hice un semestre de graphic design y tuve que tomar una clase de fotografía. Por primera vez en mi vida un man me dice, ‘Haga este assignment y váyase afuera’. Yo toda mi vida hice mi arte en un estudio y pensé, ‘Man, puedo salir y vivir mi vida’. Fue increíble. I fell in love with photography.
¿Cómo comenzaste con el arte de los tatuajes?
A los 18 en un tattoo shop en el Bronx, pero los dueños no me enseñaron nada. Hice un verano ahí pero solo me ponían a limpiar. Estaba en Amazon viendo un paquete de tattoos que costaba unos $200, $250 y dije ‘Fuck, man, ¿qué voy a hacer? ¿Lo voy a comprar? Tengo $500 para ir a Chicago y no creo que sea buena idea que la mitad de mi dinero se vaya en una máquina que no sabía ni usar.’ Y la compré. Yo solo me enseñé a tatuar.
¿Cuál fue el primer tatuaje que hiciste?
Me lo hice en la pierna, era un skeleton de dinosaurio. Lo hice en el dorm room donde vivía en Chicago. Ahí estuve con mis roommates and I was determined to figure this art out. La idea de hacerlo me llamaba mucho [la atención]. Y los dorms eran el environment perfecto para eso.
¿Ya tenías experiencia dibujando?
¿Dibujando? Toda mi vida. Fui a una high school que era toda de artes. I was very fortunate. Durante los cuatro años de high school, todos los días dibujaba y pintaba. Nunca en mi vida creí que iba a ser artista, a professional artist porque you know, mis padres son old school latinos, para decirle a esos manes, ‘Quiero hacer arte’ y ellos respondían: ‘Tienes que ser doctor, abogado, algo así. ¿Qué? ¿Vamos a venir a Estados Unidos a sacrificar nuestra vida para que hagas arte?’
¿Qué dijo tu familia sobre tu trabajo?
Yo no le dije nada por los primeros cuatro años. Ellos ni sabían que estaba aquí. Yo tenía mucho miedo porque de pequeñito ellos me dijeron: ‘Si se hace un tattoo ni regrese a la casa’. Para ellos los tatuajes eran sólo para los gangueros; entonces era muy difícil para mí decirles que eso era lo que quería hacer.
¿Cómo se enteraron?
Mi hermana les dijo. Ella ni sabía que era un secreto. Yo ponía las fotos de los tatuajes en Facebook. Ella los vio y llamó a mi mamá para preguntarle si había visto lo que [hacía]. Se enojó mucho. Yo le dije: ‘Al menos mira el trabajo para que sepas qué es lo que estoy haciendo’, y luego dijo, ‘Uy qué nice, este también está nice’. She changed her mind. Para mí es una cosa muy increíble porque cuando ella habla de los tatuajes dice: ‘Mi hijo es artista’. Cambiar la mente de una mujer que toda la vida creyó que los tatuajes eran algo feo o malo es una cosa muy bonita.
¿Cuánto tiempo tienes trabajando para ti mismo?
Solo en mi negocio, seis años. Por muchos años quería mi estudio. Si estás aquí sabes que en Pilsen hay gentrification. Yo en mi mente dije: ‘Okay, yo quiero irme para allá porque yo quiero que este lugar siga [siendo] latino. Ser el dueño de este lugar para que in the community, this is a statement that they know nobody can take it away’. Planeé esto por casi dos años y lo compré en octubre del año pasado, y por cinco meses hice el diseño del interior.
Ya que estamos hablando de la cultura, ¿de alguna manera se ve reflejada en tu arte?
En mi arte de tatuajes no, pero en los de mi cuerpo sí. Tengo tatuajes que son del Inca Empire, Aztec Empire, calaveras de Colombia. Pero de mi arte como los tatuajes son más una colaboración. Sería difícil hacer cosas que hablan de mí porque la gente que quiere el arte, it has to speak to them. I am more the facilitator of that art. Yo les digo que es lo que sé con mis años de experiencia, and what might work and I know how my style shines. Yo tengo un style very precise, very colorful, very smooth.
Fuera del trabajo, ¿haces algún otro tipo de arte?
Me gusta pintar y todavía hago fotografía, pero eso es algo más personal. Me gusta mucho viajar. He viajado a muchos lugares y cuando lo hago me tomo unos días para tomar fotos. Hago street photography y hablo con la gente. A veces le pago a la gente para que hablen conmigo.
“El arte es un intercambio de energía, ¿no? Yo estoy haciendo algo de mis manos para alguien más y esa energía se queda en el arte.”
¿Cuál fue el momento cuando te diste cuenta de que querías hacer tatuajes?
My first tattoo. Es como un ritual, una cosa especial porque este tipo de arte es muy diferente a hacer una pintura. Tattooing is a process that requires both the artist and the receiver to be in the same space at the same time. They watch the art happen. Es una cosa que you gotta earn. No importa el amount that you pay, you still have to sit through it. Además, el arte es un intercambio de energía, ¿no? Porque yo estoy haciendo algo con mis manos para alguien más, y esa energía se queda en el arte. El cliente siempre va a recordar cómo se sintió en ese momento y como lo traté. Yo quiero darle energía buena y positiva.
¿Crees que haya algo que falte en el mundo del arte, específicamente a los tatuadores?
Sí, siempre va a haber gente que lo hace por el dinero o porque quieren que el Insta [Instagram] los haga famosos. It fills the ego, y al mismo tiempo hay gente que entiende que es un ritual. Me gustaría que más gente vea esa idea, de que hay un ritual. La vida que tenemos nosotros como humanos es muy unnatural, we lose spirituality, y no hablo de ir a la iglesia sino de tener una idea de una fuerza más grande de nosotros y que nos habla a través del arte. We take that from granted. Hay tattoo artists que solo vienen y hablan mierda de sus clientes; to me that’s fucked up because éste es el mejor trabajo del mundo. Es una forma de vida.
¿Cuál es tu plan o meta a futuro?
Siempre tengo en mente lo que quiero hacer. Si no piensas en algo que hacer es como estar muerto. Quiero hacer art shows o art galleries, quiero que este lugar sea un lugar that helps facilitate art, que sea un espacio where people can be creative. I’ve got a lot of fortune in my life y yo lo quiero pagar como pueda.
¿Hay algo más que te gustaría compartir?
Me gustaría take a step back from tattooing porque el arte que yo hago siempre es para otra gente. Tattooing is a giving art, siempre das. At one point I want to stop giving and see what I can find, so I can give again in a way that is more genuine to me. Me gustaría encontrar más de mi voz. Que si alguien ve mi arte en la calle diga: ‘Ah, esto lo hizo Ángel,’ pero hacerlo con el least amount de ego possible.
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